Páginas repletas de imágenes de preciosos paisajes.
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Frases de paisajes para acompañar las imágenes
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Cualquier paisaje es un estado del espíritu. Henri-Frédéric Amiel
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Sos el paisaje más soñado y sacudiste las más sólidas tristezas y respondiste cada vez que te he llamado. Gustavo Cerati
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La tierra parece una magnífica flor de loto cuando el sol se alza sobre el paisaje nevado. Akiko Yosano
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Hay un arte, un paisaje a veces amable, a veces torvo, donde ascenso y descenso son accesorios de la materia limpia. José Barroeta
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Ahora me siento como el paisaje, puedo ser audaz e incluir todos los tonos de azul y rosa: es encantador, es delicioso. Claude Monet
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Felicidad, no supe hasta este día que como un abanico entre sus pliegues guarda en sí ese paisaje deseado del aire, tú en ti misma te encerraras, sin que el hombre cansado consiguiera ver llegar a sus sienes la frescura de tu aliento. Juan Gil Albert
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Jamás un paisaje podrá ser idéntico a través de varios temperamentos de músicos, de pintor, de poeta. Cada paisaje se compone de una multitud de elementos esenciales, sin contar con los detalles más insignificantes, que, a veces, son los más significativos. Juan Ramón Jiménez
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Estos paisajes de agua y la reflexión se han convertido en una obsesión. Claude Monet
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A todos los arroyuelos visibles e invisibles que descienden de barrancos y vallecillos hacia el arroyo principal, se unen aún a centenares infinidad de pequeñas fuentes y venas de agua, todas diferentes por el aspecto y el paisaje de las piedras, los zarzales, arbustos o árboles que las rodean, diferenciándose también por la cantidad de sus aguas y por la oscilación de su nivel, según los meteoros y las estaciones del año. Élisée Reclus
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Por fin amaneció. Avanzó la aurora como una flor de fuego y retrocedió lentamente la oscuridad. El cielo se aclaró y la abrumadora belleza del paisaje surgió ante sus ojos como un mundo recién nacido. Isabel Allende
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El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única. Horacio Quiroga
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Allí bebimos, pero la vida giraba en torno nuestro como el paisaje en los ojos de un ebrio. Roberto Arlt