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A barco desesperado, Dios le encuentra puerto.
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A barco nuevo, capitán viejo.
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Abogacía: que uno boga y otro cía.
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A bordo no hay más cuerda que la del reloj.
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A buen viento, mucha vela pero poca tela.
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A clavo ardiendo, se agarra el que se está hundiendo.
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A golpe de mar, pecho sereno.
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A la mar me voy, mis hechos dirán quién soy.
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A norte joven y a sur viejo, no les fíes el pellejo.
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Agua a la entrada de la luna, o mucha o ninguna.
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Alba roja, vela moja.
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Al hogar, como a la nave, le conviene el mar suave.
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Amarga más pelo de mujer que calabrote de navío.
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A mucho viento, poca vela.
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A navegar el marino y a sembrar el campesino.
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A piloto diestro, no hay mar siniestro.
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Aprovecha la racha, que viene escasa.
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A tal patrón, tal marinero.
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Aunque la mar sea honda, echa la sonda.
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A velas partidas, sálvenos Dios y Santa María.
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Barco a la capa, marinero a la hamaca.
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Cada palo que aguante su vela.
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Carga la nao trasera si quieres que ande a la vela.
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Cielo rasgado, viento o mar picado.
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Cielo rojo al amanecer, el mar se ha de mover.
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Con ballestrinque y cote, no se zafa ningún bote.
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Con más mar, más vela.
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Con la Mujer y con la mar hay que saber navegar.
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Con viento de popa y poco andar, el barco se ha de atravesar.
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Cuando agua venga antes que viento, prepara aparejo a tiempo.
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Cuando al marinero le dan de beber, o esta jodido o lo van a joder.
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Cuando la vela azota el palo, malo.
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Cuando sopla norte oscuro, quédate al abrigo de cabo seguro.
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Delfines que mucho saltan, viento traen, y calma espantan.
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De la carta al timón, al revés la corrección.
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De navegar apercibido, nadie se ha arrepentido.
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De remeros novatos, boga ranchera.
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Deberás amarrar pensando que has de desamarrar.
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Deberás fondear pensando que has de levar.
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Después de perdido el barco, todos pilotos.
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Donde hay patrón, no manda marinero.
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Ea, ea, que el que no embarca no se marea.
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El capitán verdadero, embarca el primero y desembarca el postrero.